Soldabilidad: propiedad fundamental del material para el éxito de la unión del acero

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Definición y concepto básico

La soldabilidad se refiere a la capacidad de un material para soldarse en condiciones de fabricación en una estructura específica y adecuadamente diseñada que funcione satisfactoriamente en su uso previsto. Representa la capacidad del material para someterse a la soldadura por fusión sin desarrollar características metalúrgicas o mecánicas perjudiciales que comprometan la integridad de la unión soldada.

Esta propiedad es fundamental en las industrias manufactureras y de la construcción, donde se requiere la unión de componentes metálicos. La soldabilidad determina si un material puede soldarse correctamente con técnicas convencionales, manteniendo las propiedades mecánicas y la integridad estructural deseadas en toda la zona afectada por el calor (ZAT).

En metalurgia, la soldabilidad es una propiedad compleja que vincula la composición del material, la microestructura y los parámetros de procesamiento. No es una propiedad intrínseca del material, sino una respuesta del sistema que depende de la interacción entre el material base, el metal de aportación, el proceso de soldadura y las condiciones de servicio de la estructura final.

Naturaleza física y fundamento teórico

Mecanismo físico

A nivel microestructural, la soldabilidad se rige por la respuesta del material a los ciclos térmicos rápidos durante la soldadura. Estos ciclos implican fusión localizada, solidificación rápida y transformaciones en estado sólido que alteran la microestructura dentro y alrededor de la soldadura.

La formación de fases frágiles, la precipitación de carburos en los límites de grano, la segregación de impurezas y el desarrollo de tensiones residuales ocurren a escala atómica y cristalográfica. Estos fenómenos microscópicos determinan colectivamente si un material formará soldaduras sólidas o desarrollará defectos como grietas, porosidad o fragilización.

La difusión de hidrógeno, carbono y otros elementos durante el ciclo térmico de soldadura juega un papel fundamental a la hora de determinar la susceptibilidad al agrietamiento en frío, uno de los problemas de soldabilidad más comunes en los aceros.

Modelos teóricos

El concepto de equivalente de carbono (CE) representa el principal modelo teórico para predecir la soldabilidad del acero. Este modelo cuantifica el efecto combinado de diversos elementos de aleación sobre la templabilidad y la susceptibilidad al agrietamiento inducido por hidrógeno.

La comprensión de la soldabilidad evolucionó significativamente entre las décadas de 1940 y 1960, cuando los investigadores establecieron correlaciones entre la composición química y la susceptibilidad al agrietamiento. Los primeros enfoques empíricos dieron paso a modelos más sofisticados que incorporan la historia térmica, la cinética de difusión y la teoría de la transformación de fases.

Los enfoques modernos incluyen la termodinámica computacional (CALPHAD), el modelado de elementos finitos de tensiones térmicas y los modelos cinéticos de difusión de hidrógeno que brindan predicciones más completas que las fórmulas tradicionales de equivalente de carbono por sí solas.

Fundamentos de la ciencia de los materiales

La soldabilidad está estrechamente ligada a la estructura cristalina de un material. Las estructuras cúbicas centradas en el cuerpo (BCC) en aceros ferríticos suelen presentar características de soldabilidad diferentes a las de las estructuras cúbicas centradas en las caras (FCC) en aceros austeníticos. Los límites de grano actúan como puntos preferenciales para la iniciación y propagación de grietas durante la soldadura.

La microestructura del material —incluyendo el tamaño del grano, la distribución de fases y la presencia de precipitados— influye directamente en su respuesta a los ciclos térmicos de soldadura. Las estructuras de grano grueso suelen presentar menor soldabilidad que las de grano fino debido a su menor tenacidad y mayor susceptibilidad al agrietamiento.

Principios fundamentales como la estabilidad de fase, la cinética de difusión y las transformaciones del estado sólido constituyen la base científica para comprender la soldabilidad. La capacidad del material para absorber la deformación durante el enfriamiento y su resistencia a la formación de grietas se relacionan directamente con estos principios.

Métodos de expresión y cálculo matemático

Fórmula de definición básica

La fórmula del equivalente de carbono del Instituto Internacional de Soldadura (IIW) es:

$$CE_{IIW} = C + \frac{Mn}{6} + \frac{(Cr + Mo + V)}{5} + \frac{(Ni + Cu)}{15}$$

Donde C, Mn, Cr, Mo, V, Ni y Cu representan los porcentajes en peso de estos elementos en la composición del acero. Valores más altos de CE indican menor soldabilidad y mayor riesgo de agrietamiento por hidrógeno.

Fórmulas de cálculo relacionadas

La fórmula Pcm (Parámetro de medición de grietas), desarrollada para aceros con bajo contenido de carbono:

$$Pcm = C + \frac{Si}{30} + \frac{Mn}{20} + \frac{Cu}{20} + \frac{Ni}{60} + \frac{Cr}{20} + \frac{Mo}{15} + \frac{V}{10} + 5B$$

La velocidad crítica de enfriamiento para evitar la formación de martensita se puede estimar mediante:

$$log(CR) = a - b \cdot CE$$

Donde CR es la velocidad de enfriamiento en °C/s, y a y b son constantes que dependen de la microestructura y el umbral de dureza deseados.

Condiciones y limitaciones aplicables

Las fórmulas de equivalente de carbono son más válidas para aceros al carbono y de baja aleación con un contenido de carbono inferior al 0,22 %. Para aceros con alto contenido de carbono o altamente aleados, estas fórmulas resultan menos fiables para predecir la soldabilidad.

Estos modelos asumen procesos de soldadura por arco convencionales y podrían no predecir con precisión el comportamiento en procesos de alta densidad energética, como la soldadura láser o por haz de electrones. Las fórmulas tampoco consideran inclusiones no metálicas ni elementos traza que pueden afectar significativamente la soldabilidad.

La mayoría de los cálculos de soldabilidad parten de la base de superficies de acero limpias y diseños de unión estándar. La contaminación, las geometrías complejas o las condiciones de restricción inusuales pueden invalidar las predicciones basadas en estas fórmulas.

Métodos de medición y caracterización

Especificaciones de pruebas estándar

La serie ISO 17642 especifica métodos para pruebas de agrietamiento en frío para aceros soldables, y las partes 1 a 3 cubren diferentes configuraciones de prueba y métodos de evaluación.

ASTM A1038 proporciona un método de prueba estándar para evaluar la susceptibilidad de los aceros al agrietamiento inducido por hidrógeno.

AWS B4.0 detalla métodos estándar para pruebas mecánicas de soldaduras, incluidos procedimientos relevantes para la evaluación de la soldabilidad.

JIS Z 3158 especifica métodos para pruebas de agrietamiento de soldadura de ranura en Y comúnmente utilizados en Japón para evaluar la soldabilidad.

Equipos y principios de prueba

La prueba Tekken (prueba de agrietamiento por restricción de ranura en Y) utiliza accesorios especialmente diseñados para crear condiciones de alta restricción que simulan situaciones de soldadura severas. Las grietas que se desarrollan después de la soldadura indican baja soldabilidad.

Los simuladores termomecánicos Gleeble reproducen ciclos térmicos de soldadura precisos en muestras pequeñas, lo que permite realizar estudios controlados de cambios microestructurales y propiedades mecánicas en la zona afectada por el calor.

La prueba de implantes implica soldar sobre una muestra cilíndrica con muescas insertada en una placa y luego cargarla para determinar la tensión crítica por debajo de la cual no se produce agrietamiento por hidrógeno.

Requisitos de muestra

Las placas de prueba estándar de Tekken generalmente miden 200 × 75 × 10 mm con una preparación de ranura en Y específica para crear una condición de restricción controlada.

La preparación de la superficie requiere una limpieza a fondo para eliminar contaminantes, cascarilla de laminación y óxidos que podrían afectar los resultados de las pruebas. El desengrasado con acetona o disolventes similares es una práctica habitual.

Las muestras deben tener una composición y microestructura representativas del material evaluado. Se debe documentar el historial de tratamientos térmicos previos, ya que influye en los resultados de las pruebas de soldabilidad.

Parámetros de prueba

La mayoría de las pruebas de soldabilidad se realizan a temperatura ambiente (20-25 °C) con humedad controlada (normalmente por debajo del 60 % de humedad relativa) para garantizar niveles reproducibles de hidrógeno.

Las velocidades de enfriamiento se controlan cuidadosamente, con t8/5 (tiempo de enfriamiento entre 800 °C y 500 °C) que normalmente varía entre 5 y 30 segundos dependiendo del grado y el espesor del acero que se esté evaluando.

El contenido de hidrógeno en los consumibles de soldadura está especificado y controlado, con clasificaciones como electrodos de “bajo contenido de hidrógeno” (<5 ml/100 g de metal depositado) o de “muy bajo contenido de hidrógeno” (<3 ml/100 g).

Proceso de datos

Las longitudes de las grietas se miden utilizando microscopía óptica o técnicas de penetración de tintes, y los resultados generalmente se expresan como un porcentaje de la longitud total de la soldadura o del área de la sección transversal afectada.

El análisis estadístico a menudo implica múltiples muestras para establecer intervalos de confianza, y la distribución de Weibull se utiliza comúnmente para caracterizar la probabilidad de agrietamiento.

Las evaluaciones finales de soldabilidad combinan mediciones cuantitativas con evaluaciones cualitativas de la ubicación de las grietas, análisis microestructurales y estudios de dureza en la soldadura y la zona afectada por el calor.

Rangos de valores típicos

Clasificación del acero Rango típico CE Condiciones de prueba Estándar de referencia
Acero estructural con bajo contenido de carbono (S235) 0,35-0,40 Temperatura ambiente, soldadura por arco estándar EN 10025
Aleación baja de alta resistencia (S355) 0,40-0,45 Temperatura ambiente, soldadura por arco estándar EN 10025
Templado y revenido (S690QL) 0,50-0,65 Precalentar a 100-150°C EN 10025-6
Cr-Mo resistente al calor (P22) 0,60-0,75 Precalentar a 200-250 °C, se requiere PWHT ASTM A387

Las variaciones dentro de cada clasificación suelen ser resultado de diferencias en los procesos de fabricación, donde el laminado controlado y las prácticas modernas de fabricación de acero generalmente mejoran la soldabilidad en comparación con los métodos de producción más antiguos.

Estos valores deben interpretarse como directrices, no como límites absolutos. Es posible realizar una soldadura exitosa fuera de estos rangos con controles de proceso adecuados, como el precalentamiento, el control de la temperatura entre pasadas y el tratamiento térmico posterior a la soldadura.

Una tendencia general muestra que a medida que aumenta la resistencia en los tipos de acero, la soldabilidad generalmente disminuye, lo que requiere controles de procedimientos de soldadura más estrictos.

Análisis de aplicaciones de ingeniería

Consideraciones de diseño

Los ingenieros generalmente incorporan evaluaciones de soldabilidad en los procesos de selección de materiales y a menudo seleccionan materiales con valores CE inferiores a 0,45 para aplicaciones críticas donde se requiere una soldadura de campo extensa.

Los factores de seguridad para la soldabilidad a menudo incluyen la especificación de temperaturas de precalentamiento 50 °C por encima del requisito mínimo calculado y la reducción de la dureza máxima permitida en la zona afectada por el calor a 350 HV en lugar de los 380 HV críticos asociados con el agrietamiento por hidrógeno.

Las decisiones de selección de materiales con frecuencia equilibran la soldabilidad con los requisitos de resistencia, y a veces los diseñadores aceptan procedimientos de soldadura más complejos para materiales de mayor resistencia cuando la reducción de peso es fundamental.

Áreas de aplicación clave

En estructuras marinas, la soldabilidad es fundamental debido a la combinación de requisitos de alta resistencia, secciones gruesas y posiciones de soldadura difíciles. Los materiales deben mantener la tenacidad en la zona afectada por el calor, a la vez que resisten el agrietamiento por hidrógeno en ambientes marinos.

La fabricación de recipientes a presión exige una excelente soldabilidad para garantizar su integridad en condiciones de carga cíclica y alta presión. Los requisitos normativos suelen especificar pruebas adicionales para componentes críticos cuyas consecuencias de fallo son graves.

La construcción de tuberías representa otra aplicación crítica donde la soldadura en campo de aceros de alta resistencia debe realizarse en condiciones ambientales variables y al mismo tiempo manteniendo estrictos estándares de calidad para la confiabilidad del servicio a largo plazo.

Compensaciones en el rendimiento

La soldabilidad a menudo entra en conflicto con los requisitos de resistencia, ya que los elementos de aleación que aumentan la resistencia (Mn, Mo, Cr) también tienden a aumentar la templabilidad y la susceptibilidad al agrietamiento por hidrógeno.

La tenacidad y la soldabilidad presentan otra desventaja, particularmente en secciones gruesas donde las velocidades de enfriamiento varían a través del espesor, creando potencialmente zonas frágiles en la región afectada por el calor a pesar de la buena tenacidad del material base.

Los ingenieros equilibran estos requisitos en competencia especificando rangos de composición estrechos, controlando los niveles de impurezas y desarrollando procedimientos de soldadura especializados que pueden incluir precalentamiento, temperaturas entre pasadas controladas y tratamiento térmico posterior a la soldadura.

Análisis de fallos

El agrietamiento en frío inducido por hidrógeno representa el modo de falla más común relacionado con la soldabilidad y generalmente ocurre entre 24 y 48 horas después de la soldadura, cuando el hidrógeno se difunde a regiones de alto estrés y facilita la formación de grietas.

El mecanismo implica que los átomos de hidrógeno se difunden en áreas de alta tensión triaxial, lo que reduce la resistencia cohesiva entre los átomos de metal e inicia grietas que se propagan a lo largo de los límites de los granos de austenita anteriores en microestructuras susceptibles.

Las estrategias de mitigación incluyen el uso de consumibles con bajo contenido de hidrógeno, la aplicación de precalentamiento para reducir las velocidades de enfriamiento y permitir la difusión del hidrógeno fuera de la soldadura, y la implementación de un tratamiento térmico posterior a la soldadura para reducir las tensiones residuales y promover la difusión del hidrógeno.

Factores influyentes y métodos de control

Influencia de la composición química

El carbono tiene el impacto más significativo en la soldabilidad: cada aumento del 0,01 % en el contenido de carbono requiere aproximadamente 10 °C de precalentamiento adicional para mantener una resistencia al agrietamiento equivalente.

El azufre y el fósforo degradan gravemente la soldabilidad al formar eutécticos de bajo punto de fusión que causan agrietamiento en caliente. La siderurgia moderna suele limitar estos elementos a menos del 0,025 % y el 0,020 %, respectivamente.

Los enfoques de optimización de la composición incluyen la microaleación con pequeñas cantidades de titanio o niobio para controlar el tamaño del grano manteniendo un bajo contenido de carbono, mejorando así tanto la resistencia como la soldabilidad.

Influencia microestructural

El tamaño de grano fino mejora significativamente la soldabilidad al aumentar la resistencia al agrietamiento en caliente y en frío. Los aceros normalizados o procesados ​​termomecánicamente suelen presentar mejor soldabilidad que los productos laminados.

La distribución de fases afecta dramáticamente el rendimiento; las estructuras totalmente martensíticas son las más susceptibles al agrietamiento por hidrógeno, mientras que las estructuras ferrítico-perlíticas muestran mejor soldabilidad pero menor resistencia.

Las inclusiones no metálicas, particularmente los sulfuros de manganeso alargados, pueden crear planos de debilidad que facilitan el desgarro laminar durante la soldadura de placas laminadas perpendiculares a la dirección de laminación.

Influencia del procesamiento

El tratamiento térmico previo a la soldadura afecta significativamente la soldabilidad. Los aceros normalizados suelen presentar mejor soldabilidad que los aceros templados y revenidos de resistencia equivalente debido a su microestructura más homogénea.

Los procesos de trabajo en frío aumentan la dureza y la resistencia, pero reducen la soldabilidad al introducir tensiones residuales y endurecimiento por deformación que afectan el comportamiento de transformación durante los ciclos térmicos de soldadura.

Las velocidades de enfriamiento durante la soldadura afectan críticamente la microestructura y las propiedades finales. Un enfriamiento rápido promueve la formación de martensita y aumenta la susceptibilidad al agrietamiento, mientras que un enfriamiento más lento permite la formación de microestructuras más dúctiles.

Factores ambientales

Las bajas temperaturas ambientales aumentan la velocidad de enfriamiento durante la soldadura, lo que puede formar microestructuras frágiles en la zona afectada por el calor. Esto requiere temperaturas de precalentamiento más altas en condiciones de frío.

Los entornos con alta humedad introducen hidrógeno en el baño de soldadura proveniente de la humedad presente en la atmósfera o en las superficies del material, lo que aumenta significativamente el riesgo de agrietamiento en frío asistido por hidrógeno.

La exposición prolongada a temperaturas elevadas puede provocar fragilización por temple en ciertos aceros aleados, lo que afecta su soldabilidad posterior y requiere procedimientos de soldadura especiales para evitar el agrietamiento.

Métodos de mejora

El procesamiento termomecánico controlado (TMCP) representa un enfoque metalúrgico que produce aceros de grano fino con excelentes combinaciones de resistencia y tenacidad y soldabilidad mejorada a través del laminado controlado y enfriamiento acelerado.

La implementación de protocolos de gestión de hidrógeno (incluida la cocción de electrodos, el almacenamiento adecuado de consumibles y la limpieza de superficies) mejora significativamente la soldabilidad al reducir el hidrógeno disponible para la difusión en el metal de soldadura y la zona afectada por el calor.

La optimización del diseño de juntas, en particular reduciendo la restricción y evitando estados de tensión triaxial, puede mejorar drásticamente la soldabilidad incluso para materiales desafiantes al minimizar las tensiones residuales que provocan la formación de grietas.

Términos y normas relacionados

Términos relacionados

La templabilidad se refiere a la capacidad de un acero para formar martensita durante el enfriamiento y se correlaciona directamente con la soldabilidad, ya que una mayor templabilidad generalmente indica una mayor susceptibilidad al agrietamiento por hidrógeno en la zona afectada por el calor.

La susceptibilidad al agrietamiento en frío describe la tendencia de un material a desarrollar grietas retardadas después de la soldadura debido a los efectos combinados de la microestructura susceptible, la presencia de hidrógeno y las tensiones residuales.

La temperatura de precalentamiento es la temperatura mínima a la que se debe calentar el material base antes de soldar para garantizar una soldabilidad aceptable controlando las velocidades de enfriamiento y facilitando la difusión del hidrógeno.

Normas principales

La serie ISO 15614 establece procedimientos para la calificación de procesos de soldadura, incluyendo requisitos específicos para diferentes grupos de materiales en función de sus características de soldabilidad.

La Sección IX de ASME BPVC proporciona estándares de calificación para soldadores y procedimientos de soldadura, incorporando consideraciones de soldabilidad a través de variables esenciales que deben controlarse durante la calificación.

EN 1011 ofrece orientación sobre la soldadura de materiales metálicos, con partes específicas que abordan la soldadura de diferentes tipos de acero y brindan recomendaciones basadas en las características de soldabilidad.

Tendencias de desarrollo

Los modelos de soldabilidad computacional están avanzando rápidamente e incorporan cinética de transformación de fase, difusión de hidrógeno y comportamiento mecánico para predecir la susceptibilidad al agrietamiento con mayor precisión que las fórmulas tradicionales de equivalente de carbono.

Las tecnologías de monitoreo in situ que utilizan emisión acústica, imágenes térmicas y algoritmos de aprendizaje automático están surgiendo como herramientas para la evaluación de la soldabilidad en tiempo real durante la soldadura de producción.

Es probable que los desarrollos futuros se centren en diseños de aleaciones personalizados y optimizados específicamente para procesos de fabricación aditiva, donde los conceptos tradicionales de soldabilidad deben adaptarse para tener en cuenta las condiciones térmicas únicas y el comportamiento de solidificación en la fabricación capa por capa.

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