304 frente a 316L: Composición, tratamiento térmico, propiedades y aplicaciones

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Introducción

Los aceros inoxidables austeníticos tipo 304 y 316L son los dos más utilizados en la industria. Ingenieros, gerentes de compras y planificadores de producción evalúan constantemente la resistencia a la corrosión, las características de fabricación, la soldabilidad, el rendimiento mecánico y el costo del ciclo de vida al elegir entre ellos. Las decisiones se toman típicamente en contextos como equipos para el sector alimentario y acabados arquitectónicos (donde el costo y la apariencia son importantes) frente a entornos marinos o de procesamiento químico (donde la resistencia a la corrosión por cloruros y picaduras, así como el rendimiento a largo plazo, son fundamentales).

La principal diferencia práctica radica en la estrategia de aleación: el acero 316L contiene molibdeno, una proporción de níquel/cromo ligeramente diferente y un menor contenido de carbono que el 304, lo que mejora notablemente su resistencia a la corrosión inducida por cloruros, aunque incrementa su coste. Debido a estas diferencias, los aceros 304 y 316L se comparan cuando los diseñadores deben equilibrar la resistencia a la corrosión, el comportamiento durante la fabricación y la soldadura, los requisitos mecánicos y el presupuesto.

1. Normas y designaciones

Normas internacionales comunes e identificadores típicos para cada grado:

  • ASTM/ASME
  • 304: ASTM A240 (placa), A276 (barras), UNS S30400
  • 316L: ASTM A240 (placa), A276 (barras), UNS S31603
  • EN (Europa)
  • 304: EN 1.4301
  • 316L: EN 1.4404
  • JIS (Japón)
  • 304: SUS304
  • 316L: SUS316L
  • GB (China)
  • 304: 06Cr19Ni10 (o equivalente)
  • 316L: 0Cr17Ni12Mo2 (o equivalente)

Clasificación: tanto el 304 como el 316L son aceros inoxidables (familia austenítica). No son aceros al carbono, aceros para herramientas, aceros aleados ni HSLA.

2. Composición química y estrategia de aleación

La siguiente tabla muestra los rangos de composición típicos (en peso %) que se encuentran habitualmente en las especificaciones ASTM/EN o en las fichas técnicas de la industria. Los valores son rangos y dependen de la norma o la forma específica del producto.

Elemento 304 (rango típico, % en peso) 316L (rango típico, % en peso)
do ≤ 0,08 ≤ 0,03
Minnesota ≤ 2.0 ≤ 2.0
Si ≤ 1.0 ≤ 1.0
PAG ≤ 0,045 ≤ 0,045
S ≤ 0,03 ≤ 0,03
Cr 17,5–19,5 (≈18%) 16,0–18,0 (≈16–17%)
Ni 8,0–10,5 (≈8–10%) 10,0–14,0 (≈10–12%)
Mes - (rastro) 2.0–3.0
V rastro rastro
Nb (Cb) trazas (no es típico del acero 316L)
Ti trazas (no es típico del acero 316L)
B rastro rastro
norte ≤ 0,10 (si se especifica) ≤ 0,10 (si se especifica)

Cómo afecta la aleación a las propiedades: - El cromo (Cr) proporciona la película de óxido pasiva que define el comportamiento inoxidable; ambos grados tienen suficiente Cr para una resistencia general a la corrosión. - El níquel (Ni) estabiliza la fase austenítica y mejora la tenacidad y la formabilidad. - El molibdeno (Mo) en 316L mejora significativamente la resistencia a la corrosión por picaduras y grietas en ambientes que contienen cloruros. - La reducción de carbono (C) en 316L (la designación “L”) disminuye la sensibilización durante la soldadura y reduce la susceptibilidad a la corrosión intergranular. - En algunas especificaciones se pueden utilizar elementos minoritarios y nitrógeno para ajustar la resistencia y la resistencia a la corrosión localizada.

3. Microestructura y respuesta al tratamiento térmico

Microestructura: Tanto el acero 304 como el 316L son totalmente austeníticos (cúbicos centrados en las caras) en estado recocido a temperatura ambiente. Generalmente no se transforman en ferrita ni en martensita durante los ciclos térmicos normales, excepto cuando se someten a un trabajo en frío intenso (lo que puede inducir martensita por deformación localizada en el acero 304).

Respuesta al tratamiento/procesamiento térmico: Los aceros inoxidables austeníticos no se endurecen mediante los tratamientos térmicos convencionales de temple y revenido. El recocido (recocido de solubilización a ~1000–1150 °C, según las especificaciones) seguido de un enfriamiento rápido restaura la microestructura austenítica tratada térmicamente y disuelve los carburos. La sensibilización (precipitación de carburo de cromo en los límites de grano) se produce si las secciones se mantienen a temperaturas de entre 425 y 850 °C durante la soldadura o el tratamiento térmico. El acero con menor contenido de carbono (316L) reduce el riesgo. El procesamiento termomecánico (trabajo en frío + recocido de solubilización) controla la estructura del grano y las propiedades mecánicas; el trabajo en frío aumenta la resistencia a través del endurecimiento por deformación, pero también eleva las tensiones residuales y puede aumentar la susceptibilidad a la corrosión localizada si se interrumpe la película pasiva superficial. - La normalización no es aplicable para fortalecer los grados austeníticos; el recocido de solubilización es el estándar para eliminar el endurecimiento por deformación y restaurar la resistencia a la corrosión.

4. Propiedades mecánicas

La tabla siguiente muestra los valores mecánicos típicos para productos recocidos (láminas, placas y barras). Los rangos de propiedades dependen de la forma del producto (laminado en frío, laminado en caliente o forjado) y del espesor.

Propiedad (recocida, típica) 304 316L
Resistencia a la tracción (MPa) ~515–720 ~485–690
Límite elástico, 0,2% (MPa) ~205–310 ~170–300
Alargamiento (A %, típico) ~40–60% ~40–60%
Resistencia al impacto (Charpy V, temperatura ambiente) Bueno; generalmente alto Comparable o ligeramente mejor a bajas temperaturas.
Dureza (HB/HRB, típica recocida) ~100–200 HB ~95–190 HB

Interpretación: Ambos grados son dúctiles y tenaces en estado recocido. El 304 suele presentar una resistencia a la tracción/fluencia nominal ligeramente superior en ciertas formas de producto, pero las diferencias son pequeñas y dependen de la forma del producto. - El menor contenido de carbono del acero 316L reduce el riesgo de fragilización por precipitación de carburos y mejora el rendimiento después de la soldadura. - Para aplicaciones que requieren alta resistencia, trabajo en frío o aleaciones alternativas, se eligen estos materiales austeníticos; estos austeníticos se seleccionan principalmente por su resistencia a la corrosión y su conformabilidad, más que por su alta resistencia.

5. Soldabilidad

Los aceros inoxidables austeníticos se encuentran generalmente entre las aleaciones más soldables. Consideraciones clave sobre la soldabilidad: - El contenido de carbono afecta la sensibilización; el menor contenido de carbono del 316L reduce la precipitación de carburos durante los ciclos térmicos de la soldadura, mejorando la resistencia a la corrosión intergranular sin necesidad de un recocido de solución posterior a la soldadura. Los aceros inoxidables austeníticos tienen baja templabilidad y no son propensos al agrietamiento en frío inducido por hidrógeno que se observa en los aceros al carbono. Sin embargo, son susceptibles a la deformación debido a su baja conductividad térmica y su alto coeficiente de dilatación térmica.

Índices útiles de soldabilidad (solo para uso cualitativo): - El equivalente de carbono del IIW: $$CE_{IIW} = C + \frac{Mn}{6} + \frac{Cr+Mo+V}{5} + \frac{Ni+Cu}{15}$$ - La fórmula PCM más completa: $$P_{cm} = C + \frac{Si}{30} + \frac{Mn+Cu}{20} + \frac{Cr+Mo+V}{10} + \frac{Ni}{40} + \frac{Nb}{50} + \frac{Ti}{30} + \frac{B}{1000}$$

Interpretación: Tanto el acero 304 como el 316L presentan valores bajos de $CE_{IIW}$ y $P_{cm}$ en comparación con aceros de alta resistencia y alto carbono, lo que indica una buena soldabilidad. El menor contenido de carbono del 316L reduce aún más los valores de $CE_{IIW}$ y $P_{cm}$, lo que lo hace preferible para soldaduras de gran espesor o cuando se desea evitar el tratamiento térmico posterior a la soldadura. - Opciones comunes de material de aporte: utilice un material de aporte compatible (p. ej., 308L para 304, 316L/316 para 316L) para preservar la resistencia a la corrosión en el metal de soldadura. Para uniones de materiales diferentes, seleccione un material de aporte que evite puntos débiles por corrosión o corrosión galvánica.

6. Corrosión y protección de superficies

  • Comportamiento del acero inoxidable: Ambos tipos de acero dependen de una película pasiva de óxido de cromo para su resistencia general a la corrosión. Para inmersión o ambientes agresivos con cloruros, el molibdeno es determinante.
  • El Número Equivalente de Resistencia a la Corrosión por Picaduras (PREN) es un indicador común de la resistencia a la corrosión localizada (por picaduras): $$\text{PREN} = \text{Cr} + 3.3 \times \text{Mo} + 16 \times \text{N}$$
  • Implicaciones típicas de PREN:
  • 304: carece de Mo, PREN impulsado principalmente por Cr y cualquier N; un PREN más bajo significa una mayor susceptibilidad a la corrosión por picaduras en ambientes de cloruro.
  • 316L: El Mo aumenta el PREN, mejorando la resistencia a la corrosión por picaduras y grietas en medios que contienen cloruros (agua de mar, salmueras, algunas corrientes de procesos químicos).
  • Aceros no inoxidables: a modo de contexto, los aceros al carbono/aleados requieren protección superficial como galvanizado, recubrimientos o pinturas; PREN no es aplicable a ellos.

Aplicabilidad: - Utilice 304 para atmósferas, exposición química leve, contacto con alimentos y ambientes interiores. - Utilice acero 316L donde se prevea la exposición a cloruros, atmósferas marinas o productos químicos halogenados, o donde los componentes soldados permanezcan en condiciones de servicio que puedan promover la sensibilización.

7. Fabricación, maquinabilidad y conformabilidad

  • Maquinabilidad: Los aceros austeníticos se endurecen por deformación; el 316L suele ser más difícil de mecanizar que el 304 debido a que el molibdeno reduce la conductividad térmica y aumenta el desgaste de la herramienta en algunas operaciones. Para ambos aceros, utilice herramientas afiladas, avance lento con refrigerante denso y herramientas de carburo.
  • Conformabilidad: Ambos grados son altamente conformables; el 304 suele preferirse para embutición profunda y trabajos decorativos debido a su resistencia ligeramente superior y buena ductilidad. El 316L ofrece un buen rendimiento en el conformado y se prefiere cuando se prioriza la soldadura posterior o la resistencia a la corrosión.
  • Acabado superficial: Ambos se pulen hasta obtener un buen acabado estético; el 316L puede requerir una limpieza posterior a la soldadura más cuidadosa para restaurar la película pasiva en servicio corrosivo.
  • Consideremos la recuperación elástica: los materiales austeníticos tienen un módulo elástico relativamente alto y presentan recuperación elástica al doblarse; el diseño de las herramientas debe tenerlo en cuenta.

8. Aplicaciones típicas

304 – Usos típicos 316L – Usos típicos
Equipos de cocina, fregaderos, electrodomésticos, equipos para el procesamiento de alimentos (sin cloruros) Herrajes náuticos, accesorios para embarcaciones, bombas de agua de mar, intercambiadores de calor
Molduras arquitectónicas y barandillas Tuberías, tanques y accesorios de procesos químicos expuestos a cloruros
Elementos de fijación y herrajes para uso en interiores Equipos farmacéuticos y médicos (316L o 316LVM para implantes)
Equipos para bebidas y productos lácteos (donde la exposición al cloruro es limitada) Construcción marítima y costera, manejo de salmuera

Justificación de la selección: - Elija el acero 304 cuando la estética, una resistencia moderada a la corrosión y la rentabilidad sean los factores primordiales y la exposición a cloruros sea limitada. - Elija 316L cuando el servicio implique cloruros, se requiera mayor resistencia a picaduras/grietas o los conjuntos soldados deban resistir el ataque intergranular sin recocido posterior a la soldadura.

9. Costo y disponibilidad

  • Coste relativo: el acero 316L es más caro que el 304 debido a la adición de molibdeno y, a menudo, a un mayor contenido de níquel. La diferencia de precio varía según los precios de los metales en el mercado (fluctuaciones del níquel y el molibdeno) y el factor de forma.
  • Disponibilidad: Ambos grados se encuentran ampliamente disponibles en todo el mundo en forma de láminas, placas, tubos, barras y tuberías. El acero inoxidable 304 suele ser la opción más accesible y económica; el 316L es común, pero a veces su disponibilidad es menor en tamaños o acabados especiales.
  • Nota de compras: Al especificar 316L, confirme los plazos de entrega y el stock en la forma de producto requerida (por ejemplo, tubo sin soldadura, tubo soldado, calibre de chapa).

10. Resumen y recomendación

Criterio 304 316L
soldabilidad Excelente (utilizar materiales de relleno con bajo contenido de carbono para ensamblajes soldados) Excelente: superior para soldaduras gruesas y menor riesgo de sensibilización.
Resistencia-Tenacidad Buena; resistencia nominal ligeramente superior en algunas formas Resistencia comparable; rendimiento ligeramente inferior en algunas formas, pero excelente resistencia a bajas temperaturas.
Costo Más bajo (más económico) Mayor (prima de precio para Mo/Ni)

Recomendación: - Elija el acero 304 si el costo y la resistencia general a la corrosión son las necesidades principales, para trabajos arquitectónicos de interior, equipos de servicio de alimentos (sin cloruros) y fabricación general donde el embutido profundo o el acabado superficial son clave. Elija acero inoxidable 316L si le preocupa la corrosión por picaduras o grietas inducida por cloruros, si los ensamblajes soldados deben evitar la corrosión intergranular sin tratamiento térmico posterior a la soldadura, o cuando el servicio sea marino, en procesos químicos o en entornos agresivos. Utilice acero inoxidable 316L cuando el costo del ciclo de vida y la confiabilidad en entornos hostiles justifiquen el mayor costo del material.

Consejo práctico final: consulte las normas de materiales y las fichas técnicas de los productos para conocer la composición exacta y las propiedades mecánicas del material del proveedor, y evalúe las pruebas de corrosión (por ejemplo, pruebas de resistencia a la corrosión por picaduras o polarización cíclica) para aplicaciones críticas expuestas a cloruros.

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