Idiomorfo: Formación microestructural e impacto en las propiedades del acero
Compartir
Table Of Content
Table Of Content
Definición y concepto fundamental
Un idiomorfo es una característica microestructural distintiva y bien definida del acero, caracterizada por su orientación y morfología cristalográficas únicas. Esta no se deriva de la fase madre, sino que se forma como una entidad separada, a menudo de forma irregular. Suele presentarse como un cristal o grano localizado y aislado que presenta una relación cristalográfica específica con las fases circundantes, a menudo resultante de procesos de nucleación y crecimiento durante tratamientos térmicos o mecánicos.
A nivel atómico, un idiomorfo representa un dominio cristalino con una disposición reticular específica, que se distingue por su orientación con respecto a la matriz o a los granos vecinos. Su formación implica la nucleación de una nueva fase o una variante de la fase madre, que posteriormente crece hasta alcanzar una forma definida, manteniendo una orientación cristalográfica que minimiza la energía interfacial.
En la metalurgia del acero y la ciencia de los materiales, el concepto de idiomorfo es importante porque refleja la evolución microestructural durante el procesamiento, influyendo en propiedades como la resistencia, la tenacidad y la resistencia a la corrosión. Reconocer y controlar los idiomorfos puede ser crucial para optimizar el rendimiento del acero, especialmente en sistemas de aleaciones avanzadas y regímenes de tratamiento térmico.
Naturaleza física y características
Estructura cristalográfica
Un idiomorfo posee una estructura cristalográfica característica de la fase que representa. Por ejemplo, si se trata de un idiomorfo ferrítico dentro de una matriz de acero, adopta un sistema cristalino cúbico centrado en el cuerpo (BCC) con parámetros de red de aproximadamente ≈ 2,87 Å. Por el contrario, si se trata de un idiomorfo martensítico, presenta una estructura tetragonal centrada en el cuerpo (BCT) con una relación ac/a ligeramente diferente de la unidad, lo que refleja la tetragonalidad introducida por los átomos de carbono.
La disposición atómica dentro de un idiomorfo se ajusta a la simetría y los parámetros de red de su fase. Su orientación cristalográfica suele ser distinta a la de la matriz circundante, con relaciones de orientación específicas, como las de Kurdjumov-Sachs o Nishiyama-Wassermann, que describen cómo se alinea la red cristalina del idiomorfo con las fases o granos vecinos.
Las características cristalográficas incluyen planos y direcciones bien definidos y consistentes en todo el idiomorfo, lo que facilita su identificación mediante técnicas de difracción. Estas relaciones de orientación influyen en la estabilidad microestructural y las vías de transformación durante los tratamientos térmicos.
Características morfológicas
Morfológicamente, los idiomorfos suelen manifestarse como granos o cristales aislados e irregulares incrustados en la microestructura del acero. Su tamaño puede variar desde unos pocos nanómetros hasta varios micrómetros, dependiendo de las condiciones de formación y la composición de la aleación.
A menudo presentan formas distintivas, como formas alargadas, laminares o equiaxiales, que reflejan su cinética de crecimiento y energías interfaciales. En tres dimensiones, los idiomorfos pueden aparecer como inclusiones discretas o como parte de una red microestructural más amplia, a veces formando cúmulos o cadenas.
Bajo microscopía óptica o electrónica, los idiomorfos se distinguen por su contraste, forma y características de los límites. Pueden presentar una respuesta de grabado diferente a la de la matriz circundante, lo que facilita su identificación y análisis.
Propiedades físicas
Físicamente, los idiomorfos influyen en diversas propiedades del acero. Debido a su orientación cristalográfica y composición de fases, suelen presentar diferentes densidades; por ejemplo, los idiomorfos ferríticos tienen una densidad de aproximadamente 7,87 g/cm³, similar a la de la matriz, mientras que los idiomorfos martensíticos pueden ser ligeramente más densos debido al contenido de carbono.
Las propiedades magnéticas pueden variar; los idiomorfos ferríticos son ferromagnéticos, lo que contribuye a la permeabilidad magnética, mientras que algunos carburos o fases no magnéticas dentro de los idiomorfos pueden reducir la respuesta magnética general.
Térmicamente, los idiomorfos pueden actuar como barreras o facilitadores de la conducción térmica según su fase y distribución, lo que afecta la conductividad térmica y el comportamiento de expansión. Su conductividad eléctrica puede diferir de la matriz, especialmente si contienen elementos de aleación o precipitados.
En comparación con otros componentes microestructurales, los idiomorfos a menudo tienen conductividades eléctricas y térmicas más altas o más bajas según su composición de fase, y su comportamiento magnético está determinado por su cristalografía y composición elemental.
Mecanismos de formación y cinética
Base termodinámica
La formación de idiomorfos se rige por principios termodinámicos que favorecen la nucleación de una nueva fase o variante en condiciones específicas. La fuerza impulsora es la reducción de la energía libre, ΔG, asociada a la transformación de fase, que depende de la temperatura, la composición y los estados de tensión locales.
A nivel atómico, la estabilidad de un idiomorfo está determinada por su energía libre de Gibbs en relación con la fase original. Cuando la diferencia de energía libre supera la barrera de energía interfacial, se produce la nucleación. El tamaño crítico del núcleo está determinado por el equilibrio entre la ganancia de energía libre volumétrica y el coste de energía superficial.
Los equilibrios de fases, como se representan en los diagramas de fases, indican los rangos de temperatura y composición donde la formación de idiomorfos es termodinámicamente favorable. Por ejemplo, durante el enfriamiento tras la austenización, ciertos carburos o granos ferríticos pueden nuclearse como idiomorfos dentro de la fase madre, siguiendo la regla de la palanca y los campos de estabilidad de fase.
Cinética de la formación
La cinética de la formación de idiomorfos implica procesos de nucleación y crecimiento controlados por la difusión atómica, la movilidad interfacial y las condiciones termodinámicas locales. La nucleación puede ser homogénea o heterogénea; esta última suele ocurrir en defectos, inclusiones o límites de grano, lo que reduce la barrera energética.
Las tasas de crecimiento dependen de las tasas de difusión atómica, que dependen de la temperatura, siguiendo el comportamiento de Arrhenius:
$$D = D_0 \exp \left( - \frac{Q}{RT} \right) $$
donde $D$ es el coeficiente de difusión, $D_0$ el factor preexponencial, ( Q ) la energía de activación, ( R ) la constante del gas y ( T ) la temperatura absoluta.
Los perfiles de tiempo y temperatura influyen en el tamaño, la forma y la distribución de los idiomorfos. El enfriamiento rápido puede inhibir su formación, dando lugar a microestructuras más finas, mientras que el enfriamiento lento permite el desarrollo de idiomorfos más gruesos.
Los pasos que controlan la velocidad incluyen la difusión atómica, la cinética de adhesión a la interfaz y consideraciones sobre la energía de deformación elástica. Las energías de activación para la nucleación y el crecimiento varían según la fase y la composición de la aleación, lo que afecta la cinética general.
Factores influyentes
Elementos de aleación como el carbono, el manganeso, el cromo y el molibdeno influyen significativamente en la formación de idiomorfos. Por ejemplo, un mayor contenido de carbono promueve la nucleación de idiomorfos de carburo, mientras que los elementos de aleación que estabilizan la austenita pueden inhibir ciertas transformaciones.
Parámetros de procesamiento como la velocidad de enfriamiento, el historial de deformación y la temperatura del tratamiento térmico afectan críticamente el tamaño, la distribución y la morfología de los idiomorfos. Por ejemplo, el enfriamiento rápido a altas temperaturas suprime el crecimiento de los idiomorfos, lo que resulta en microestructuras más finas.
Las microestructuras preexistentes, como el tamaño de grano de austenita anterior o la densidad de dislocaciones, impactan los sitios de nucleación y las vías de crecimiento, influyendo así en el desarrollo de idiomorfos.
Modelos matemáticos y relaciones cuantitativas
Ecuaciones clave
La tasa de nucleación ( I ) de los idiomorfos se puede describir mediante la teoría de nucleación clásica:
$$I = I_0 \exp \left( - \frac{\Delta G^*}{kT} \right) $$
dónde:
- $I_0$ es un factor preexponencial relacionado con la frecuencia de vibración atómica,
- ( \Delta G^* ) es la barrera crítica de energía libre para la nucleación,
- ( k ) es la constante de Boltzmann,
- $T$ es la temperatura absoluta.
La barrera crítica de energía libre ( \Delta G^* ) está dada por:
$$\Delta G^* = \frac{16 \pi \sigma^3}{3 (\Delta G_v)^2} $$
dónde:
- ( \sigma ) es la energía interfacial entre el núcleo y la matriz,
- ( \Delta G_v ) es la diferencia de energía libre volumétrica entre fases.
La tasa de crecimiento (G) de un idiomorfo se puede aproximar mediante:
$$G = M \Delta G_v $$
donde $M$ es la movilidad atómica, que depende de la temperatura y los coeficientes de difusión.
Estas ecuaciones se aplican para estimar las tasas de nucleación, las velocidades de crecimiento y la evolución microestructural durante los tratamientos térmicos.
Modelos predictivos
Los enfoques computacionales, como el modelado de campo de fase, simulan la evolución microestructural mediante la resolución de ecuaciones diferenciales acopladas que describen la cinética de transformación de fase, el movimiento de la interfaz y las deformaciones elásticas.
Las simulaciones de Monte Carlo y los modelos de autómatas celulares incorporan elementos estocásticos para predecir la distribución y morfología de los idiomorfos basándose en parámetros termodinámicos y cinéticos.
El análisis de elementos finitos (FEA) combinado con bases de datos termodinámicas permite predecir la estabilidad de fase y las vías de transformación bajo ciclos térmicos complejos.
Las limitaciones incluyen suposiciones sobre propiedades isotrópicas, condiciones de contorno simplificadas y una intensidad computacional que puede afectar la precisión. No obstante, estos modelos proporcionan información valiosa sobre el desarrollo microestructural.
Métodos de análisis cuantitativo
La metalografía cuantitativa implica medir el tamaño, la forma y la distribución de los idiomorfos utilizando software de análisis de imágenes como ImageJ o paquetes comerciales como herramientas basadas en MATLAB.
Los métodos estadísticos, incluido el análisis de la distribución del tamaño de grano (por ejemplo, ASTM E112), evalúan la variabilidad y uniformidad de los idiomorfos en las muestras.
Las técnicas de procesamiento de imágenes digitales facilitan la segmentación y clasificación automatizadas de características microestructurales, lo que permite el análisis de grandes conjuntos de datos para la caracterización microestructural.
Los métodos estereológicos convierten imágenes de microscopía bidimensional en parámetros microestructurales tridimensionales, proporcionando datos precisos sobre la fracción de volumen y la distribución del tamaño.
Técnicas de caracterización
Métodos de microscopía
La microscopía óptica, con una preparación adecuada de la muestra que incluye esmerilado, pulido y grabado, revela características macro y microscópicas de los idiomorfos. Agentes de grabado como el Nital o el Picral mejoran el contraste entre fases.
La microscopía electrónica de barrido (MEB) ofrece imágenes de alta resolución de la morfología idiomorfa y las características de los límites. La imagen por retrodispersión electrónica acentúa las diferencias compositivas, facilitando la identificación de fases.
La microscopía electrónica de transmisión (MET) proporciona una resolución a escala atómica, lo que permite la observación directa de estructuras reticulares, disposiciones de dislocaciones y características de interfaz dentro de los idiomorfos.
La preparación de muestras para TEM implica el adelgazamiento hasta lograr la transparencia electrónica, a menudo mediante técnicas de fresado de iones o haz de iones enfocado (FIB).
Técnicas de difracción
La difracción de rayos X (DRX) identifica la composición de fases y las orientaciones cristalográficas de los idiomorfos. Los picos de difracción específicos corresponden a fases específicas, y los desplazamientos de pico indican distorsiones reticulares.
Los patrones de difracción de electrones obtenidos en TEM pueden determinar relaciones de orientación e identificación de fases a escala micro o nanométrica.
La difracción de neutrones complementa la difracción de rayos X (XRD) al sondear la microestructura en masa y detectar fases con bajo contraste de dispersión.
La información cristalográfica, como los parámetros reticulares, las fracciones de fase y las distribuciones de orientación, se puede derivar de los datos de difracción, lo que ayuda en el análisis microestructural.
Caracterización avanzada
La técnica TEM de alta resolución (HRTEM) permite la visualización de disposiciones atómicas dentro de idiomorfos, revelando estructuras de defectos, fallas de apilamiento y coherencia de interfaces.
Las técnicas de caracterización tridimensional como la tomografía electrónica reconstruyen la morfología y la distribución espacial de los idiomorfos en volumen 3D.
La TEM in situ o la XRD basada en sincrotrón permiten la observación en tiempo real de las transformaciones de fase y la evolución idiomorfa durante el ciclo térmico o la deformación mecánica.
La tomografía de sonda atómica (APT) proporciona un mapeo composicional con una resolución cercana a la atómica, dilucidando la distribución elemental dentro de los idiomorfos y sus interfaces.
Efecto sobre las propiedades del acero
Propiedad afectada | Naturaleza de la influencia | Relación cuantitativa | Factores de control |
---|---|---|---|
Resistencia a la tracción | Los idiomorfos pueden actuar como concentradores de tensiones o como refuerzo, según su tamaño y distribución. Los idiomorfos finos y bien distribuidos mejoran la resistencia mediante el refuerzo de los límites de grano. | El límite elástico ( \sigma_y ) aumenta al disminuir el tamaño del idiomorfo ( d ) siguiendo la relación de Hall-Petch: ( \sigma_y = \sigma_0 + k \cdot d^{-1/2} ) | Tamaño, forma, distribución y fase de idiomorfos; composición de la aleación; parámetros del tratamiento térmico |
Tenacidad | Los idiomorfos gruesos o frágiles pueden reducir la tenacidad al favorecer la formación y propagación de grietas. Los idiomorfos finos y dúctiles mejoran la resistencia al impacto. | La tenacidad a la fractura $K_{IC}$ se correlaciona inversamente con el tamaño y la fragilidad del idiomorfo; los idiomorfos más pequeños y dúctiles aumentan la $K_{IC}$. | Morfología, estabilidad de fase y resistencia de la interfaz de los idiomorfos |
Resistencia a la corrosión | Ciertos idiomorfos, especialmente carburos o nitruros, pueden crear celdas microgalvánicas, reduciendo la resistencia a la corrosión. | La tasa de corrosión (R) aumenta con la fracción de volumen de idiomorfos electroquímicamente activos | Composición, tipo de fase y distribución de idiomorfos |
Propiedades magnéticas | Los idiomorfos ferríticos contribuyen a la permeabilidad magnética; las fases no magnéticas reducen la respuesta magnética. | La permeabilidad magnética ( \mu ) se correlaciona con la fracción de volumen de los idiomorfos ferromagnéticos | Composición, orientación y distribución de fases |
Los mecanismos involucran efectos de concentración de tensiones, sitios de inicio de grietas, propiedades de límite de fase y heterogeneidad electroquímica. Parámetros microestructurales como tamaño, forma y distribución influyen directamente en estas propiedades. El control de las características idiomorfas mediante procesamiento permite optimizar las propiedades, equilibrando la resistencia, la tenacidad y la resistencia a la corrosión.
Interacción con otras características microestructurales
Fases coexistentes
Los idiormorfos suelen coexistir con otros constituyentes microestructurales como la perlita, la bainita o la austenita retenida. Su formación puede ser competitiva o cooperativa, dependiendo de la estabilidad termodinámica y las condiciones de procesamiento.
Los límites de fase entre los idiomorfos y las fases circundantes influyen en las propiedades mecánicas y las vías de transformación. Por ejemplo, los idiomorfos de carburo pueden formarse en los límites de grano, lo que afecta el crecimiento y la resistencia del grano.
Las zonas de interacción pueden presentar características complejas como coalescencia de precipitados o coherencia de interfaz, lo que afecta la estabilidad microestructural.
Relaciones de transformación
Los idiomorfos pueden transformarse en otras fases durante tratamientos térmicos o deformaciones posteriores. Por ejemplo, un idiomorfo ferrítico puede someterse a un revenido para formar carburos o transformarse en martensita mediante un enfriamiento rápido.
Las estructuras precursoras, como los granos austeníticos, pueden nuclear idiomorfos durante el enfriamiento, y la metaestabilidad influye en los desencadenantes de la transformación.
Las transformaciones a menudo están gobernadas por estados de tensión locales, composición y temperatura, y las fases metaestables actúan como estados transitorios antes de alcanzar microestructuras de equilibrio.
Efectos compuestos
En aceros multifásicos, los idiomorfos contribuyen al comportamiento de los compuestos al proporcionar reparto de cargas. Por ejemplo, los carburos duros incrustados en matrices más blandas mejoran la resistencia al desgaste, manteniendo al mismo tiempo la ductilidad.
La fracción de volumen y la distribución espacial de los idiomorfos determinan el rendimiento mecánico general, y la dispersión uniforme promueve propiedades equilibradas.
La sinergia microestructural entre los idiomorfos y otras fases permite obtener propiedades personalizadas para aplicaciones específicas, como aceros de alta resistencia, resistentes a la corrosión o magnéticos.
Control en el procesamiento del acero
Control de composición
Las estrategias de aleación buscan promover o inhibir la formación de idiomorfos. Por ejemplo, el aumento del carbono y de elementos de aleación como el cromo o el molibdeno fomenta la nucleación de idiomorfos de carburo.
La microaleación con niobio, vanadio o titanio refina el tamaño y la distribución de los idiomorfos al formar precipitados estables que inhiben el crecimiento del grano y la coalescencia de fases.
Los rangos de composición críticos se determinan mediante diagramas de fases y cálculos termodinámicos, garantizando las características microestructurales deseadas.
Procesamiento térmico
Los tratamientos térmicos, como el recocido, el temple y el revenido, están diseñados para desarrollar o modificar idiomorfos. Las velocidades de enfriamiento controladas influyen en la densidad de nucleación y la cinética de crecimiento.
Por ejemplo, el enfriamiento lento de la austenización promueve la formación de idiomorfos de carburo grueso, mientras que el enfriamiento rápido suprime su desarrollo, lo que da como resultado microestructuras martensíticas.
Los perfiles de temperatura, incluidos los tiempos de remojo y las curvas de enfriamiento, están optimizados para lograr el tamaño y la distribución del idiomorfo deseados.
Procesamiento mecánico
Los procesos de deformación, como el laminado, el forjado o el granallado, inducen campos de deformación que pueden favorecer o dificultar la formación de idiomorfos. La nucleación inducida por deformación puede dar lugar a microestructuras refinadas con propiedades mejoradas.
La recristalización y la recuperación durante la deformación interactúan con las transformaciones de fase, lo que influye en la estabilidad y la morfología del idiomorfo.
Los parámetros de procesamiento como la velocidad de deformación, la temperatura y el modo de deformación se ajustan para controlar la evolución microestructural.
Estrategias de diseño de procesos
El control de procesos industriales implica detección en tiempo real (por ejemplo, termopares, pruebas ultrasónicas) para monitorear la temperatura y el desarrollo microestructural.
Los datos de detección guían los ajustes del proceso para garantizar que se cumplan los objetivos microestructurales, como el tamaño idiomorfo deseado o las fracciones de fase.
La garantía de calidad incluye examen metalográfico, análisis de difracción y pruebas mecánicas para verificar que las características microestructurales se alineen con las especificaciones.
La optimización de procesos tiene como objetivo equilibrar la productividad, el costo y el control microestructural, garantizando un rendimiento constante del acero.
Importancia y aplicaciones industriales
Grados clave de acero
Los idiormorfos son fundamentales en aceros de baja aleación y alta resistencia (HSLA), aceros avanzados de alta resistencia (AHSS) y aceros para herramientas donde el control microestructural mejora las propiedades mecánicas.
Por ejemplo, en aceros de doble fase, los idiomorfos de carburo fino contribuyen al equilibrio entre la resistencia y la ductilidad, mientras que en los aceros martensíticos, la formación controlada de idiomorfos influye en la dureza y la tenacidad.
Las consideraciones de diseño implican la adaptación de las características idiomorfas para cumplir con los requisitos de aplicaciones específicas, como la resistencia a los choques de los automóviles o la durabilidad de las herramientas de corte.
Ejemplos de aplicación
En aceros resistentes al desgaste, los idiomorfos de carburo proporcionan dureza y resistencia a la abrasión, esenciales para equipos de minería o construcción.
En los aceros magnéticos, los idiomorfos ferríticos optimizan la permeabilidad magnética para aplicaciones eléctricas como transformadores y motores.
Los estudios de caso demuestran que la optimización microestructural, incluido el control de idiomorfos, conduce a una mejor vida útil por fatiga, resistencia a la corrosión y rendimiento general en los componentes estructurales.
Consideraciones económicas
Para lograr las microestructuras idiomorfas deseadas es necesario realizar aleaciones precisas y tratamientos térmicos controlados, lo que puede aumentar los costos de fabricación.
Sin embargo, los beneficios (como una mejor relación resistencia-peso, una vida útil más larga y un menor mantenimiento) ofrecen un valor agregado significativo.
Las compensaciones incluyen equilibrar la complejidad del procesamiento con las ganancias de rendimiento, con investigaciones en curso orientadas a una ingeniería microestructural rentable.
Desarrollo histórico de la comprensión
Descubrimiento y caracterización inicial
El reconocimiento de idiomorfos se remonta a la metalografía temprana en el siglo XIX, donde se observaron características microestructurales distintivas en el acero después del grabado.
Las descripciones iniciales se centraban en granos irregulares o inclusiones con formas únicas, pero su naturaleza cristalográfica no se comprendió completamente hasta la llegada de las técnicas de difracción.
Los avances en microscopía y análisis de fases en el siglo XX aclararon la base atómica y cristalográfica de los idiomorfos, vinculando la microestructura con las condiciones de procesamiento.
Evolución de la terminología
El término "idiomorfo" proviene de la mineralogía y describe cristales con formas bien definidas. Su adopción en metalurgia refleja principios similares de morfología cristalina.
Con el tiempo, las clasificaciones se ampliaron para incluir tipos específicos como carburos, nitruros o idiomorfos ferríticos, y la nomenclatura estandarizada surgió a través de las sociedades metalúrgicas internacionales.
Diferentes tradiciones pueden utilizar términos alternativos como "microcristal", "grano de fase" o "precipitado", pero "idiomorfo" sigue siendo un descriptor preciso de entidades microestructurales distintas y orientadas cristalográficamente.
Desarrollo del marco conceptual
Los modelos teóricos evolucionaron desde las teorías clásicas de nucleación y crecimiento hasta simulaciones computacionales sofisticadas, que incorporan deformaciones elásticas, energías de interfaz y cinética de difusión.
La comprensión de los idiomorfos ha pasado de ser descriptiva a predictiva, lo que permite la ingeniería microestructural a través del control termodinámico y cinético.
Los últimos avances enfatizan el modelado multiescala y la caracterización in situ, refinando el marco conceptual y permitiendo una adaptación microestructural precisa.
Investigación actual y direcciones futuras
Fronteras de la investigación
Las investigaciones actuales se centran en los mecanismos a escala atómica que rigen la nucleación idiomorfa, especialmente en sistemas de aleaciones complejos con múltiples precipitados.
Las preguntas sin resolver incluyen el papel de las deformaciones elásticas, la coherencia de la interfaz y los elementos de aleación en la estabilización o desestabilización de los idiomorfos.
Una investigación emergente explora la influencia de los procesos de fabricación aditiva en la formación de idiomorfos, con el objetivo de optimizar la microestructura durante la solidificación rápida.
Diseños de acero avanzados
Los grados de acero innovadores aprovechan idiomorfos controlados para lograr combinaciones superiores de resistencia, ductilidad y resistencia a la corrosión.
Los enfoques de ingeniería microestructural implican el diseño de morfologías y distribuciones idiomorfas específicas mediante procesamiento termomecánico y aleación.
Las mejoras de propiedades buscadas incluyen alta vida útil por fatiga, resistencia al desgaste y rendimiento magnético, impulsadas por un control microestructural preciso.
Avances computacionales
El desarrollo de marcos de simulación multiescala integra modelos atomísticos, mesoscópicos y macroscópicos para predecir la evolución de idiomorfos en diversas condiciones de procesamiento.
Los algoritmos de aprendizaje automático analizan grandes conjuntos de datos de experimentos y simulaciones para identificar patrones microestructurales y optimizar los parámetros de procesamiento.
Las aplicaciones de inteligencia artificial tienen como objetivo acelerar el diseño microestructural, lo que permite el desarrollo rápido de aceros con características idiomorfas adaptadas a necesidades industriales específicas.
Esta entrada completa proporciona una comprensión en profundidad de la característica microestructural "idiomorfo" en el acero, cubriendo su ciencia fundamental, mecanismos de formación, caracterización, influencia en las propiedades y relevancia industrial, respaldada por las tendencias de investigación actuales.