Laminación en frío: mejora de las propiedades del acero mediante deformación de precisión
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Definición y concepto básico
El laminado en frío es un proceso de conformado de metales en el que la pieza metálica se pasa a través de uno o más pares de rodillos a una temperatura inferior a su temperatura de recristalización, generalmente a temperatura ambiente. Este proceso reduce el espesor del material a la vez que aumenta su límite elástico y dureza mediante el endurecimiento por deformación.
El laminado en frío es un paso crucial en la producción de productos planos de acero con dimensiones precisas, un acabado superficial superior y propiedades mecánicas mejoradas. Permite a los fabricantes lograr tolerancias más ajustadas y una mejor calidad superficial que los procesos de laminado en caliente.
En el campo más amplio de la metalurgia, el laminado en frío se erige como un proceso fundamental de deformación que conecta la producción primaria de acero con la fabricación del producto final. Ejemplifica cómo la deformación plástica controlada puede aprovecharse para diseñar propiedades específicas del material mediante la modificación microestructural sin procesamiento térmico.
Naturaleza física y fundamento teórico
Mecanismo físico
A nivel microestructural, el laminado en frío induce una deformación plástica severa mediante la generación de dislocaciones y el movimiento dentro de la red cristalina. A medida que el material pasa por los rodillos, los granos se alargan en la dirección de laminación y se aplanan en la dirección normal, creando una orientación o textura cristalográfica preferida.
La deformación se produce por deslizamiento a lo largo de planos cristalográficos específicos, donde las dislocaciones se multiplican e interactúan para formar redes complejas. Estas estructuras de dislocación impiden un mayor movimiento de dislocación, lo que contribuye al endurecimiento por deformación observado en los materiales laminados en frío.
La ausencia de recristalización durante el laminado en frío (a diferencia del laminado en caliente) significa que los cambios microestructurales inducidos por la deformación se conservan, lo que da como resultado propiedades mecánicas anisotrópicas y una mayor energía interna en el material.
Modelos teóricos
El principal marco teórico para comprender el laminado en frío es la teoría de la deformación plástica, en particular el criterio de fluencia de von Mises y las reglas de flujo, que describen cómo se deforman los metales bajo estados de tensión complejos. Esta base se estableció a principios del siglo XX y se perfeccionó durante las décadas posteriores.
La comprensión histórica evolucionó desde observaciones empíricas hasta modelos sofisticados que incorporan la plasticidad cristalina y la mecánica de dislocaciones. Los primeros trabajos de von Karman (1925) y Orowan (1943) sentaron las bases matemáticas de la teoría de la rodadura.
Los enfoques modernos incluyen el modelado de elementos finitos (FEM) que incorpora la evolución microestructural, modelos de desarrollo de textura basados en funciones de distribución de orientación (ODF) y modelos constitutivos basados en la física que tienen en cuenta los efectos de la velocidad de deformación y la temperatura incluso en condiciones de trabajo en frío.
Fundamentos de la ciencia de los materiales
El laminado en frío afecta profundamente la estructura cristalina al alargar los granos y crear orientaciones cristalográficas preferentes. Los límites de grano se alargan y se alinean con la dirección del laminado, mientras que se forman estructuras de subgrano dentro de los granos deformados.
La microestructura cambia de granos equiaxiales a una estructura fibrosa a medida que aumenta la deformación. Esta microestructura direccional genera propiedades mecánicas anisotrópicas, con mayor resistencia en la dirección de laminación que en la dirección transversal.
El proceso ejemplifica principios fundamentales de la ciencia de los materiales, como el endurecimiento por acritud, el desarrollo de textura y la acumulación de energía almacenada. Estos principios se relacionan directamente con la teoría de dislocaciones, la plasticidad cristalina y el comportamiento de transformación de fase en tratamientos de recocido posteriores.
Métodos de expresión y cálculo matemático
Fórmula de definición básica
El parámetro fundamental en el laminado en frío es la relación de reducción, definida como:
$$r = \frac{h_0 - h_f}{h_0} \veces 100\%$$
Dónde:
- $r$ es la tasa de reducción (%)
- $h_0$ es el espesor inicial (mm)
- $h_f$ es el espesor final (mm)
Fórmulas de cálculo relacionadas
La fuerza de rodadura se puede calcular utilizando:
$$F = w \cdot L \cdot Y_{avg}$$
Dónde:
- $F$ es la fuerza de rodadura (N)
- $w$ es el ancho de la tira (mm)
- $L$ es el arco de contacto proyectado (mm)
- $Y_{avg}$ es la tensión de flujo promedio del material (MPa)
El arco de contacto proyectado está dado por:
$$L = \sqrt{R \cdot (h_0 - h_f)}$$
Donde $R$ es el radio del rollo (mm).
Condiciones y limitaciones aplicables
Estas fórmulas suponen una deformación homogénea en todo el espesor del material, lo cual es válido para reducciones inferiores a aproximadamente el 50 % por pasada. Más allá de este valor, la deformación no homogénea se vuelve significativa.
Los modelos generalmente suponen condiciones isotérmicas, aunque en la práctica, el aumento de temperatura debido al calentamiento por deformación puede afectar el comportamiento del material, especialmente en laminado de alta velocidad o con materiales de alta resistencia.
Las condiciones de fricción entre los rodillos y el material afectan significativamente los requisitos de fuerza reales y los patrones de deformación, lo que requiere factores de corrección en aplicaciones prácticas.
Métodos de medición y caracterización
Especificaciones de pruebas estándar
ASTM E517: Método de prueba estándar para la relación de deformación plástica para chapa metálica: determina la relación de deformación plástica que indica la formabilidad de la chapa laminada en frío.
ISO 10275: Materiales metálicos - Chapas y tiras - Determinación del exponente de endurecimiento por deformación por tracción - Mide el comportamiento de endurecimiento por trabajo de materiales laminados en frío.
ASTM E8/E8M: Métodos de prueba estándar para pruebas de tensión de materiales metálicos: proporciona procedimientos para evaluar las propiedades mecánicas de productos laminados en frío.
ASTM E45: Métodos de prueba estándar para determinar el contenido de inclusión del acero: evalúa la limpieza del acero laminado en frío.
Equipos y principios de prueba
Las máquinas de ensayos de tracción equipadas con extensómetros miden propiedades mecánicas, como el límite elástico, la resistencia a la tracción y la elongación. Estos sistemas aplican una deformación controlada mientras registran datos de fuerza-desplazamiento.
Los probadores de dureza (Rockwell, Vickers o Brinell) miden la resistencia a la indentación, lo que proporciona una evaluación rápida del endurecimiento del trabajo logrado mediante el laminado en frío.
Los analizadores de rugosidad superficial que utilizan métodos ópticos o de aguja cuantifican la calidad del acabado superficial, un parámetro crítico para los productos laminados en frío.
La caracterización avanzada emplea difracción de retrodispersión de electrones (EBSD) para analizar la textura cristalográfica y difracción de rayos X (XRD) para medir las tensiones residuales inducidas por el laminado en frío.
Requisitos de muestra
Las probetas de tracción estándar siguen las dimensiones ASTM E8/E8M, normalmente con longitudes de calibre de 50 mm y secciones transversales rectangulares proporcionales orientadas en direcciones de rodadura, transversales y de 45°.
La preparación de la superficie requiere un manejo cuidadoso para evitar deformaciones adicionales que podrían alterar las propiedades mecánicas, con un mecanizado mínimo y sin generación de calor.
Las muestras deben ser representativas del material a granel, con una identificación adecuada de la dirección de laminado y la posición dentro de la hoja para tener en cuenta posibles variaciones en el espesor y la dirección del ancho.
Parámetros de prueba
Las pruebas normalmente se realizan a temperatura ambiente (23 ± 2 °C) con una humedad relativa inferior al 50 % para evitar efectos ambientales en los resultados.
Las pruebas de tracción utilizan tasas de deformación estandarizadas, comúnmente 0,001-0,008 s⁻¹, para garantizar que la sensibilidad a la tasa de deformación no afecte las comparaciones entre materiales.
Las mediciones de dureza requieren distancias de borde mínimas y requisitos de espesor (normalmente al menos 10 veces la profundidad de sangría) para evitar efectos de borde e influencia del sustrato.
Proceso de datos
Los datos de fuerza-desplazamiento de las pruebas de tracción se convierten en curvas de tensión-deformación de ingeniería, de las cuales se extraen parámetros clave como el límite elástico, la resistencia a la tracción y el alargamiento.
El análisis estadístico generalmente implica múltiples muestras (un mínimo de tres por condición) con cálculo de valores medios y desviaciones estándar para garantizar la confiabilidad.
La anisotropía se cuantifica mediante el cálculo de valores r (relaciones de deformación plástica) en diferentes direcciones, y la anisotropía normal promedio (r̄) y la anisotropía planar (Δr) se calculan a partir de estas mediciones.
Rangos de valores típicos
Clasificación del acero | Rango de valores típicos (límite elástico) | Condiciones de prueba | Estándar de referencia |
---|---|---|---|
Acero bajo en carbono (laminado en frío) | 170-310 MPa | Temperatura ambiente, velocidad de deformación de 0,005 s⁻¹ | ASTM A1008 |
Aleación baja de alta resistencia (HSLA) | 340-550 MPa | Temperatura ambiente, velocidad de deformación de 0,005 s⁻¹ | ASTM A1011 |
Acero avanzado de alta resistencia (AHSS) | 550-1200 MPa | Temperatura ambiente, velocidad de deformación de 0,005 s⁻¹ | ASTM A1018 |
Acero eléctrico | 280-350 MPa | Temperatura ambiente, velocidad de deformación de 0,005 s⁻¹ | ASTM A677 |
Las variaciones dentro de cada clasificación se deben principalmente a diferencias en el porcentaje de reducción en frío, la microestructura previa y la composición química específica. Los porcentajes de reducción en frío más altos generalmente producen valores de resistencia más altos, pero una ductilidad menor.
Estos valores sirven como guía para la selección de materiales, y las propiedades reales deben verificarse para aplicaciones específicas. El equilibrio entre resistencia y conformabilidad es especialmente importante al seleccionar materiales laminados en frío.
Una tendencia clara muestra que el aumento del contenido de aleación y el porcentaje de trabajo en frío aumenta progresivamente el límite elástico mientras disminuye los valores de elongación en estos tipos de acero.
Análisis de aplicaciones de ingeniería
Consideraciones de diseño
Los ingenieros incorporan propiedades del acero laminado en frío en los diseños teniendo en cuenta las diferencias de resistencia direccional, generalmente utilizando el valor direccional mínimo para cálculos críticos de seguridad.
Los factores de seguridad para productos laminados en frío generalmente varían de 1,5 a 2,5, y se aplican valores más altos cuando las propiedades del material muestran una variabilidad significativa o cuando las aplicaciones implican cargas cíclicas.
Las decisiones de selección de materiales a menudo priorizan los productos laminados en frío cuando la precisión dimensional, la calidad de la superficie y las propiedades mecánicas consistentes son requisitos críticos, incluso con un costo superior al de las alternativas laminadas en caliente.
Áreas de aplicación clave
Los paneles de carrocería de automóviles utilizan ampliamente acero laminado en frío por su excelente formabilidad, calidad de superficie y espesor constante, lo que permite formas complejas y al mismo tiempo mantiene la integridad estructural durante accidentes.
La fabricación de electrodomésticos depende del acero laminado en frío por su planitud, acabado superficial adecuado para pintar y rentabilidad en comparación con materiales alternativos como el acero inoxidable o el aluminio.
Las aplicaciones eléctricas, particularmente los núcleos de transformadores, utilizan aceros eléctricos laminados en frío especializados con una orientación de grano cuidadosamente controlada para minimizar las pérdidas de energía en los circuitos magnéticos.
Compensaciones en el rendimiento
La resistencia y la formabilidad muestran una relación inversa en los productos laminados en frío: los materiales de mayor resistencia generalmente muestran una formabilidad reducida, lo que requiere un equilibrio cuidadoso para las aplicaciones que necesitan ambos atributos.
La calidad del acabado de la superficie a menudo compite con la velocidad de producción y las consideraciones de costo, ya que lograr superficies de primera calidad requiere velocidades de laminado más lentas, cambios de rodillos más frecuentes y pasos de procesamiento adicionales.
Los ingenieros deben equilibrar la resistencia a la corrosión con el costo, ya que los productos laminados en frío generalmente requieren recubrimientos protectores adicionales en comparación con alternativas inherentemente resistentes a la corrosión pero más costosas.
Análisis de fallos
La inexactitud dimensional relacionada con la recuperación elástica representa un modo de falla común en componentes laminados en frío formados, donde la recuperación elástica después del formado provoca desviaciones de las geometrías previstas.
Este mecanismo de falla progresa desde la deformación elástica inicial a través de la deformación plástica y la recuperación elástica posterior tras la descarga, y la magnitud depende de la resistencia del material y de la geometría de conformación.
Las estrategias de mitigación incluyen la sobreflexión (diseño de herramientas para compensar la recuperación elástica prevista), el uso de una fuerza de aglutinante variable durante la formación y el empleo de simulación por ordenador para predecir y compensar el comportamiento de la recuperación elástica.
Factores influyentes y métodos de control
Influencia de la composición química
El contenido de carbono influye fuertemente en el comportamiento del laminado en frío: niveles más altos de carbono aumentan la resistencia pero reducen la formabilidad y potencialmente causan defectos superficiales durante el laminado.
Los oligoelementos como el fósforo y el azufre, incluso en pequeñas cantidades (0,01-0,03%), pueden afectar significativamente la calidad de la superficie y la uniformidad de las propiedades mecánicas de los productos laminados en frío.
La optimización de la composición generalmente implica minimizar los elementos residuales mientras se controla cuidadosamente el carbono, el manganeso y los elementos de microaleación para lograr el equilibrio deseado entre resistencia y formabilidad.
Influencia microestructural
Los tamaños de grano iniciales más finos generalmente mejoran el rendimiento del laminado en frío al proporcionar una deformación más uniforme y un mejor acabado de la superficie, aunque los granos extremadamente finos pueden aumentar las fuerzas de laminado.
La distribución de fases afecta significativamente el comportamiento del laminado en frío; los materiales monofásicos suelen presentar una deformación más predecible en comparación con los aceros multifásicos, donde las fases más duras pueden provocar una deformación localizada.
Las inclusiones y los defectos actúan como concentradores de tensión durante el laminado en frío, lo que puede provocar grietas o defectos superficiales, lo que hace que la limpieza sea especialmente importante para los productos laminados en frío de primera calidad.
Influencia del procesamiento
Los tratamientos de recocido entre pasadas de laminación en frío restauran la ductilidad a través de procesos de recuperación y recristalización, lo que permite una mayor deformación sin fractura.
Las condiciones de lubricación durante el laminado afectan drásticamente la calidad de la superficie, la fricción y el desgaste del rodillo; la lubricación insuficiente causa defectos en la superficie y la lubricación excesiva puede causar deslizamiento.
Las tasas de enfriamiento después del laminado en caliente afectan significativamente la microestructura inicial para el laminado en frío; las prácticas de enfriamiento controladas producen estructuras más uniformes que responden mejor a la deformación en frío posterior.
Factores ambientales
La temperatura de funcionamiento afecta la separación entre rodillos debido a la expansión térmica, lo que requiere sistemas de compensación en el laminado de precisión para mantener la precisión dimensional en todas las ejecuciones de producción.
La humedad puede afectar la eficacia de la lubricación y la oxidación de la superficie durante el procesamiento y el almacenamiento, lo que es especialmente importante para productos de calibre delgado.
Las condiciones de almacenamiento a largo plazo pueden inducir efectos de envejecimiento en ciertos aceros laminados en frío, particularmente aquellos con niveles elevados de nitrógeno o carbono, alterando potencialmente las propiedades mecánicas con el tiempo.
Métodos de mejora
El laminado superficial (laminado en frío ligero después del recocido) mejora el acabado de la superficie, elimina el alargamiento del punto de fluencia y establece propiedades mecánicas consistentes para las operaciones de conformado posteriores.
Los programas de laminación controlados con reducción optimizada por pasada mejoran la tolerancia del espesor y minimizan los patrones de tensión residual que podrían causar problemas de planitud.
Las técnicas de laminado cruzado, en las que se cambia la dirección de laminado entre pasadas, pueden reducir las diferencias de propiedades direccionales y mejorar la capacidad de formación general para geometrías de piezas complejas.
Términos y normas relacionados
Términos relacionados
El endurecimiento por trabajo (endurecimiento por deformación) describe el aumento de resistencia que ocurre durante el laminado en frío debido a la multiplicación e interacción de las dislocaciones, y está directamente relacionado con los cambios en las propiedades mecánicas observados.
La textura se refiere a la orientación cristalográfica preferida desarrollada durante el laminado en frío, que crea propiedades mecánicas anisotrópicas y afecta el comportamiento de formación posterior.
El laminado de temple indica una ligera reducción en frío (normalmente entre 0,5 y 2 %) aplicada al material recocido para eliminar el alargamiento del punto de fluencia y mejorar el acabado de la superficie sin aumentar significativamente la resistencia.
Normas principales
ASTM A1008/A1008M proporciona especificaciones para productos de láminas de acero al carbono laminados en frío, incluidos los límites de composición química, los requisitos de propiedades mecánicas y las tolerancias dimensionales.
EN 10130 establece estándares europeos para productos planos de acero con bajo contenido de carbono laminados en frío para conformación en frío, con diferentes grados de calidad en función de la severidad de la conformación.
JIS G3141 detalla los estándares japoneses para láminas y tiras de acero al carbono reducido en frío, con clasificaciones basadas en los requisitos de formabilidad y calidad de la superficie.
Tendencias de desarrollo
El desarrollo de acero avanzado de alta resistencia (AHSS) se centra en la creación de microestructuras multifásicas que mantienen la formabilidad a niveles de resistencia más altos, expandiendo las aplicaciones de acero laminado en frío en estructuras livianas.
Las tecnologías de medición en línea que utilizan métodos ópticos, láser y de rayos X permiten el monitoreo en tiempo real del espesor, la planitud y la calidad de la superficie, mejorando la consistencia y reduciendo los costos de inspección.
El modelado computacional que incorpora la evolución microestructural durante el laminado en frío promete optimizar los parámetros del proceso para objetivos de propiedades específicas, lo que potencialmente permite "gemelos digitales" de procesos de laminado para el control de calidad predictivo.