Quemaduras en el acero: causas, efectos y medidas de control de calidad

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Definición y concepto básico

En la industria siderúrgica, la quema se refiere a un defecto superficial caracterizado por oxidación localizada, decoloración o deterioro superficial que se manifiesta durante el procesamiento, el tratamiento térmico o el servicio. Suele asociarse con una oxidación o descarburación excesiva, lo que resulta en una apariencia superficial visiblemente alterada que puede comprometer la calidad y el rendimiento del acero.

Fundamentalmente, la quemadura se refiere a una condición superficial indeseable resultante de la exposición a altas temperaturas, que a menudo provoca fragilización superficial, pérdida de propiedades mecánicas o defectos estéticos. Es una preocupación crítica en el control de calidad, ya que puede afectar negativamente la resistencia a la corrosión, la soldabilidad y la durabilidad general de los productos de acero.

En el marco más amplio del aseguramiento de la calidad del acero, la quemadura se clasifica como un defecto superficial o un problema de calidad superficial. Su detección y control son vitales para garantizar que el acero cumpla con los estándares especificados de integridad superficial, especialmente en aplicaciones que exigen una alta calidad superficial, como la automoción, la industria aeroespacial y la ingeniería de precisión.

Naturaleza física y fundamento metalúrgico

Manifestación física

A nivel macro, la quemadura se manifiesta como zonas de decoloración, que van desde un tono paja claro hasta un marrón oscuro o negro, en la superficie del acero. Estos cambios de color suelen ser irregulares y localizados, lo que indica áreas de oxidación o descarburación excesivas. Las zonas afectadas pueden presentar un aspecto mate o apagado en comparación con la superficie circundante, con posible rugosidad o picaduras.

Microscópicamente, la quemadura se manifiesta como una capa superficial con microestructura alterada, que a menudo presenta películas de óxido, zonas descarburadas o incrustaciones superficiales. La capa de óxido puede ser densa o escamosa, y las regiones descarburadas presentan un contenido reducido de carbono, lo que da lugar a capas superficiales más blandas y menos resistentes.

Mecanismo metalúrgico

La combustión se produce principalmente por procesos de oxidación a alta temperatura, donde el oxígeno reacciona con la superficie del acero, formando óxidos de hierro como FeO, Fe₂O₃ o Fe₃O₄. Durante el tratamiento térmico o la soldadura, si el acero se expone a atmósferas oxidantes o a atmósferas protectoras insuficientes, la oxidación se acelera, provocando la combustión.

La descarburación es un fenómeno relacionado en el que el carbono se difunde desde la superficie del acero hacia el entorno circundante, especialmente en condiciones de alta temperatura en atmósferas oxidantes. Este proceso reduce el contenido de carbono en la capa superficial, debilitando la microestructura y deteriorando las propiedades mecánicas.

Los cambios microestructurales implican la formación de incrustaciones de óxido y la pérdida de carbono en la zona superficial, lo que resulta en una capa más blanda y menos resistente. La gravedad de la quema depende de la composición del acero —en particular, del carbono y los elementos de aleación— y de parámetros de procesamiento como la temperatura, la atmósfera y la duración.

Sistema de clasificación

La sensación de ardor generalmente se clasifica según su gravedad y apariencia:

  • Combustión leve: Ligera decoloración con mínima formación de óxido; la superficie conserva la mayoría de sus propiedades originales.
  • Combustión moderada: decoloración notable, algo de óxido y descarburación leve; la superficie puede requerir limpieza.
  • Combustión severa: oxidación extensa, capas gruesas de óxido, descarburación significativa y deterioro de la superficie; a menudo requieren reprocesamiento o rechazo.

Normas como ASTM A480 o ISO 683-17 proporcionan directrices sobre la calidad de las superficies, incluyendo los niveles admisibles de quemado. En la práctica, la severidad se evalúa visualmente y mediante análisis de la superficie, y los criterios de aceptación varían según la aplicación y las especificaciones del cliente.

Métodos de detección y medición

Técnicas de detección primaria

La inspección visual sigue siendo el método inicial más común para detectar quemaduras, centrándose en la decoloración, la incrustación de óxido y la rugosidad superficial. Se pueden emplear microscopios ópticos de alta resolución para el examen microscópico de la microestructura superficial, identificando capas de óxido y zonas descarburadas.

El análisis colorimétrico de superficies mediante espectrofotómetros permite cuantificar objetivamente los niveles de decoloración. Además, los medidores de rugosidad superficial detectan cambios en la textura de la superficie asociados con la quema.

Para un análisis más detallado, se emplean técnicas como la microscopía electrónica de barrido (MEB) combinada con la espectroscopia de rayos X por dispersión de energía (EDS) para caracterizar la composición del óxido y los cambios microestructurales. Estos métodos permiten la identificación precisa de las capas de óxido y las zonas descarburadas.

Normas y procedimientos de prueba

Las normas pertinentes incluyen la ASTM E286-17 (Práctica estándar para la inspección visual de superficies de acero), la ISO 10563 (Inspección de superficies de acero) y la EN 10204 para la certificación de materiales. El procedimiento habitual implica:

  • Preparación de la superficie de la muestra mediante limpieza para eliminar suciedad, grasa y sarro suelto.
  • Realización de inspección visual en condiciones de iluminación estandarizadas.
  • Utilizando tablas de colores o espectrofotómetros para cuantificar la decoloración.
  • Realizar análisis microestructurales cuando sea necesario para confirmar la descarburación o la presencia de óxido.

Los parámetros críticos incluyen la temperatura durante el tratamiento térmico, la composición de la atmósfera y la iluminación de inspección. La consistencia de estos parámetros garantiza una evaluación fiable.

Requisitos de muestra

Las muestras deben ser representativas de todo el lote, con superficies preparadas uniformemente: limpiadas, pulidas o grabadas según sea necesario. El acondicionamiento de la superficie, como el esmerilado o el pulido, mejora la precisión de las evaluaciones visuales y microscópicas.

Las muestras deben estar libres de contaminación superficial que pueda ocultar los efectos de la combustión. En el caso de muestras tratadas térmicamente, la superficie debe enfriarse en condiciones controladas para evitar una mayor oxidación.

Precisión de la medición

La inspección visual es subjetiva, pero puede estandarizarse mediante tablas de colores e inspectores capacitados para mejorar la repetibilidad. Las mediciones microscópicas y espectrofotométricas proporcionan datos cuantitativos de alta precisión.

Las fuentes de error incluyen la variabilidad de la iluminación, la contaminación de la superficie y el sesgo del operador. La calibración de los instrumentos de medición y el cumplimiento de los procedimientos estandarizados son esenciales para garantizar la fiabilidad de las mediciones.

Cuantificación y análisis de datos

Unidades de medida y escalas

La gravedad de la decoloración suele evaluarse en una escala cualitativa (p. ej., de 0 a 3 o de 1 a 5), ​​donde los valores más altos indican quemaduras más graves. Los datos espectrofotométricos se expresan en términos de valores del espacio de color L a b*, cuantificando el tono y la saturación.

El espesor de la capa de óxido se puede medir en micrómetros (μm) mediante microscopía o perfilometría. La profundidad de descarburación también se expresa en micrómetros y se determina mediante pruebas de microdureza o análisis microestructural.

Los factores de conversión pueden relacionar los datos colorimétricos con las clasificaciones de gravedad visual, lo que ayuda en la estandarización.

Interpretación de datos

Los resultados se interpretan según los criterios de aceptación establecidos. Por ejemplo, una calificación de decoloración superficial de 2 puede ser aceptable para ciertas aplicaciones, mientras que una calificación de 4 podría requerir reprocesamiento.

La presencia de capas de óxido que superan un espesor específico o una profundidad de descarburación superior a un umbral determinado indica una integridad superficial comprometida. Estos parámetros se correlacionan con una menor dureza, resistencia a la corrosión y soldabilidad.

Análisis estadístico

Las mediciones múltiples en un lote permiten la evaluación estadística, incluyendo el cálculo de la media, la desviación estándar y los intervalos de confianza. Los gráficos de control permiten monitorizar la estabilidad del proceso a lo largo del tiempo.

Los planes de muestreo deben cumplir normas como la ISO 2859-1, lo que garantiza datos representativos para la evaluación de la calidad. El análisis estadístico ayuda a determinar si el proceso se mantiene dentro de los límites aceptables y orienta las acciones correctivas.

Efecto sobre las propiedades y el rendimiento del material

Propiedad afectada Grado de impacto Riesgo de fracaso Umbral crítico
Dureza superficial Significativo Alto Profundidad de descarburación > 50 μm
Resistencia a la corrosión Moderado Moderado Espesor de la capa de óxido > 10 μm
Soldabilidad Significativo Alto Decoloración y presencia de incrustaciones de óxido
Resistencia mecánica Ligero a moderado Moderado Descarburación superficial que afecta las propiedades de tracción

La quema puede reducir la dureza superficial debido a la descarburación, lo que aumenta la susceptibilidad del acero al desgaste y la deformación. Las capas de óxido y el deterioro superficial reducen la resistencia a la corrosión, especialmente en entornos agresivos. La presencia de óxidos y zonas descarburadas dificulta la soldadura, aumentando el riesgo de defectos como grietas o fusión incompleta.

La gravedad de la quema se correlaciona directamente con la degradación de las propiedades; una descarburación más profunda o capas de óxido más gruesas generalmente resultan en una pérdida de rendimiento más significativa. Por lo tanto, controlar la quema es esencial para mantener la vida útil y la seguridad del acero.

Causas y factores influyentes

Causas relacionadas con el proceso

Los tratamientos térmicos de alta temperatura, como el recocido o el revenido, realizados en atmósferas oxidantes, son las principales causas de quemaduras. Una duración o temperatura de calentamiento excesivas pueden acelerar la oxidación y la descarburación.

Los procesos de soldadura que implican un alto aporte de calor sin los gases de protección o atmósferas protectoras adecuados pueden provocar quemaduras. Las atmósferas inadecuadas del horno durante el tratamiento térmico, como los entornos ricos en oxígeno, también contribuyen.

Los puntos críticos de control incluyen la regulación de la temperatura del horno, la composición de la atmósfera y las velocidades de enfriamiento. Garantizar parámetros de proceso adecuados minimiza el riesgo de quemaduras.

Factores de composición del material

La composición del acero influye significativamente en la susceptibilidad. Los aceros con alto contenido de carbono son más propensos a la descarburación, mientras que los aceros aleados con elementos como el cromo, el níquel o el molibdeno presentan una mayor resistencia a la oxidación.

Impurezas como el azufre o el fósforo pueden agravar el deterioro superficial. Por el contrario, los aceros con elementos de aleación protectores o recubrimientos superficiales presentan una mayor resistencia a la combustión.

Optimizar la composición química ajustando el contenido de aleación y los niveles de impurezas puede reducir la propensión a quemarse.

Influencias ambientales

El procesamiento en atmósferas oxidantes, como aire o gases ricos en oxígeno, favorece la combustión. Por el contrario, las atmósferas protectoras, como los gases inertes (argón, nitrógeno), o las condiciones de vacío mitigan la oxidación.

Los entornos de servicio con altas temperaturas y exposición al oxígeno pueden causar oxidación superficial con el tiempo, lo que provoca un deterioro similar al de la quema. Entre los factores dependientes del tiempo se incluye la exposición prolongada a altas temperaturas, que intensifica la oxidación y la descarburación.

Controlar las condiciones ambientales durante el procesamiento y el servicio es vital para evitar quemaduras.

Efectos de la historia metalúrgica

Los pasos de procesamiento previos, como el laminado en caliente, el forjado o los tratamientos térmicos, influyen en las características microestructurales como el tamaño del grano, las tensiones residuales y las capas de óxido existentes.

Los ciclos térmicos repetidos pueden acumular daños superficiales o óxido, lo que aumenta la susceptibilidad a la combustión. Características microestructurales como granos gruesos o zonas previamente descarburadas pueden servir como puntos de inicio para una mayor oxidación.

Comprender la historia metalúrgica ayuda a predecir y prevenir quemaduras durante el procesamiento posterior.

Estrategias de prevención y mitigación

Medidas de control de procesos

La implementación de estrictos controles de temperatura durante el tratamiento térmico garantiza que las temperaturas se mantengan dentro de límites seguros para evitar la oxidación excesiva. El uso de atmósferas protectoras, como gases inertes o vacío, reduce el contacto con el oxígeno.

El monitoreo de la atmósfera del horno con sensores de oxígeno y la ventilación adecuada previenen la oxidación. El enfriamiento rápido o controlado minimiza la oxidación y la descarburación.

El uso de recubrimientos protectores o tratamientos de superficie antes de procesos de alta temperatura puede servir como barreras contra la oxidación.

Enfoques de diseño de materiales

Ajustar la composición de las aleaciones mediante la adición de elementos resistentes a la corrosión, como el cromo o el aluminio, mejora la resistencia a la oxidación. La ingeniería microestructural, como el refinamiento del tamaño del grano, puede mejorar la estabilidad superficial.

Los tratamientos térmicos diseñados para optimizar la microestructura y reducir las tensiones residuales pueden disminuir la susceptibilidad a la combustión. Las aleaciones o recubrimientos superficiales proporcionan protección adicional durante la exposición a altas temperaturas.

Técnicas de remediación

Si se detectan quemaduras antes del envío, métodos de limpieza de superficies como el esmerilado, el granallado o el decapado químico pueden eliminar las incrustaciones de óxido y las capas descarburadas. La reaplicación de recubrimientos protectores puede restaurar la integridad de la superficie.

En casos de quemaduras graves, podría ser necesario un tratamiento térmico o reprocesamiento para restaurar la calidad de la superficie. Se deben seguir estrictamente los criterios de aceptación y los productos remediados deben cumplir con las normas especificadas.

Sistemas de garantía de calidad

La implementación de sistemas integrales de gestión de calidad, que incluyen inspecciones y pruebas periódicas, garantiza la detección temprana de quemaduras. El uso de protocolos y documentación de inspección estandarizados contribuye a mantener la consistencia.

Las auditorías rutinarias de procesos, la calibración de los instrumentos de medición y la capacitación del personal son componentes esenciales. Mantener registros detallados facilita la trazabilidad y la mejora continua.

Importancia industrial y estudios de casos

Impacto económico

La quema conlleva un aumento de los costos de fabricación debido al reprocesamiento, el rechazo o los tratamientos superficiales adicionales. Puede causar retrasos en los cronogramas de producción y aumentar las tasas de desperdicio.

En aplicaciones críticas, los defectos relacionados con la quema pueden generar reclamos de garantía, problemas de responsabilidad o retiros de productos, lo que afecta la reputación y la estabilidad financiera del fabricante.

Sectores industriales más afectados

La fabricación de automóviles, componentes aeroespaciales, recipientes a presión y maquinaria de precisión son sectores muy sensibles a problemas de calidad superficial, como la quema. Estos sectores exigen una estricta integridad superficial para garantizar la seguridad y el rendimiento.

Los aceros de construcción y los aceros estructurales en general se ven menos afectados, pero aún requieren control para evitar la corrosión y garantizar la longevidad.

Ejemplos de estudios de caso

Un proveedor de acero experimentó frecuentes decoloraciones superficiales en componentes tratados térmicamente, lo que generó quejas de los clientes. El análisis de la causa raíz reveló un control inadecuado de la atmósfera del horno, lo que provocó oxidación y descarburación.

Las acciones correctivas incluyeron la mejora del monitoreo de la atmósfera del horno, la implementación de recubrimientos protectores y el perfeccionamiento de los protocolos de tratamiento térmico. Tras la implementación, la calidad de la superficie mejoró significativamente, reduciendo las tasas de rechazo.

Lecciones aprendidas

Un control constante del proceso, una gestión adecuada de la atmósfera y una inspección minuciosa de la superficie son clave para prevenir quemaduras. Los avances en la monitorización y la automatización en tiempo real han mejorado la detección de defectos.

Las mejores prácticas de la industria enfatizan las medidas preventivas por sobre las acciones correctivas, resaltando la importancia de los sistemas integrados de gestión de calidad.

Términos y normas relacionados

Defectos o pruebas relacionadas

  • Oxidación : Formación de óxidos en la superficie debido a la exposición a altas temperaturas, a menudo asociada con quemaduras.
  • Descarburación : Pérdida de carbono de la superficie del acero, debilitando la microestructura.
  • Escala superficial : Capas de óxido o escoria formadas durante procesos de alta temperatura.
  • Rugosidad de la superficie : Cambios en la textura que resultan de la quema o la eliminación de sarro.

Los métodos de prueba complementarios incluyen inspección visual, pruebas de microdureza y análisis químico para evaluar el estado de la superficie.

Normas y especificaciones clave

  • ASTM A480/A480M : Especificación estándar para placas de acero inoxidable, que incluye requisitos de calidad de la superficie.
  • ISO 10563 : Inspección de la superficie del acero, proporcionando directrices para la evaluación visual.
  • EN 10204 : Normas de certificación de materiales que especifican la documentación del estado de la superficie.
  • JIS G 0555 : Norma industrial japonesa para la calidad de la superficie de placas de acero.

Los estándares regionales pueden variar, pero los principios de evaluación de la calidad de la superficie siguen siendo consistentes en todas las jurisdicciones.

Tecnologías emergentes

Los avances incluyen espectroscopia de ruptura inducida por láser (LIBS) para análisis rápido de óxido, sistemas de inspección óptica automatizada y monitoreo de la atmósfera en tiempo real durante el tratamiento térmico.

El desarrollo de recubrimientos protectores y técnicas de ingeniería de superficies busca minimizar la susceptibilidad a la combustión. Las investigaciones futuras se centran en el modelado predictivo del comportamiento de oxidación y la evolución microestructural a altas temperaturas.


Esta entrada completa proporciona una comprensión en profundidad de la quema en la industria del acero, cubriendo sus aspectos fundamentales, métodos de detección, efectos, causas, estrategias de prevención y relevancia de la industria, asegurando claridad y precisión técnica para profesionales e investigadores.

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